Panorama

Corriente Social Cristiana

El pasado el pasado 3 de febrero en el Aula Magna de la Universidad Abat Oliba de Barcelona se ponía en marcha lo que se ha denominado Corriente Social Cristiana (elcorrent.org), con el objetivo de unir esfuerzos para influir en la sociedad desde el humanismo cristiano. Un humanismo iluminado por la Doctrina social de la Iglesia, cuenta ya con un amplio desarrollo desde que el Papa León XIII escribiera la encíclica Rerum novarum en 1891. Las personas que componían el auditorio repleto hasta el límite, siendo muy variadas, tenían en común su preocupación por la desaparición de los valores cristianos de la esfera pública.  

No les faltaba razón. Es claro que hay muchos ámbitos de gran relevancia para humanizar la sociedad en los que los cristianos tenemos mucho que decir y aportar y en los que se observa deterioro moral. Entre ellos, la educación y la cultura, la defensa de la vida, la familia fundada en el matrimonio de mujer y varón, la emigración, la pobreza y diversos aspectos de justicia social, por citar unos pocos.

En el acto inaugural estuvo promovido por Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-Cristians, y miembros del equipo promotor de la Corriente, entre ellos la profesora Maria Pilar Ruiz, el publicista Albert Solé, Carles Ros Arpa (abogado y funcionario municipal) y el profesor de Empresariales y delegado de Evangelización de la diócesis de Vic, Remigi Palmés, entre otros. Dos remarcables conferencias a cargo de Josep Maria Alsina Roca, doctor en Filosofía, y del filósofo y pedagogo Gregorio Luri. En ellas se refirieron a la actual crisis social y educativa y a la necesidad de actuar. Está disponible un video resumen.

La Declación presentada empieza afirmando: «La Corriente Social Cristiana es un movimiento que busca transformar la sociedad actual por hacerla más libre y más justa. Propone la renovación social, cultural y política, promoviendo los principios y valores del humanismo cristiano en todos los aspectos de la vida y en todos sectores para construir una civilización basada en la verdad y el amor. Nace para intervenir en la vida política y el espacio público, en el debate sobre el bien común y en la su consecución. Presenta proyectos, acciones y campañas claras y concretas. Para esta misión, apelamos a la unidad de los cristianos y de las personas de buena voluntad y les llamamos a asociarse a La Corriente.» (la letra negrita es nuestra)

En su web insisten en que «La Corriente nace para intervenir en la vida política y en el espacio público, pero no es un partido político sino un movimiento organizado de la sociedad civil.» Añaden: «Buscamos ofrecer una alternativa a la actual cultura hegemónica, basada en la razón instrumental, el imperio de la emotividad y los deseos superficiales, y la autodeterminación humana por encima de cualquier otra consideración.»
En cuanto a proyectos inmediatos, en su web, señalan entre otros: reclamar una ley que ayude a los enfermos de ELA, impulsar un congreso de «cultura cristiana», pedir una ley catalana de promoción de la familia o cambiar la ley electoral catalana para que sea menos partitocrática y haya una elección más directa de representantes. Añaden que, «A medida que más personas se incorporen, la Corriente podrá ir planteando más temas y proyectos.»
Aunque La Corriente nace en Barcelona y tiene presencia en otras zonas de Cataluña, su objetivo es poder crecer en influencia y actividad también en otras zonas de España, activando a los católicos para participar en la vida pública desde la Doctrina Social de la Iglesia. 

En una entrevista a Remigi Palmés, uno de los promotores, explica las diferencias ente La Corriente y otras iniciativas que buscan también propiciar la participación de los católicos en la vida pública, como como Polis, Cristianos en Democracia y Neos. Según Palmés, «Polis está integrado en la diócesis de Toledo y se dedica a formar personas que quieren participar en política. Es diocesano y muy orientado a formar. Cristianos en Democracia está directamente orientado a la acción en política, sin una base explícita en la doctrina social de la Iglesia. Y Neos trata algunos temas que no son de doctrina social. Por ejemplo, tiene una visión concreta sobre España que otros cristianos no tienen por qué compartir. Para nosotros, la doctrina social es la base en la que pueden confluir personas de distintos espacios políticos.»

Una iniciativa interesante que, junto otras acciones individuales, es de esperar que contribuyan a revertir el actual panorama cultural, social y legislativo, en tantos aspectos, alejado del humanismo cristiano.