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El mundo es de los que madrugan (Reseña)

DANIEL ARASA, El mundo es de los que madrugan. 200 brochazos sobre trabajo, dinero y liderazgo. Ideas y libros, Madrid, 2023, 406 pág.

Arasa es un autor prolijo con 40 libros publicados. En los últimos, vierte su larga experiencia vital como incasable trabajador, periodista inquieto, padre de familia, experto en cine y promotor de muchas iniciativas en el ámbito de la familia y del cine. Este libro es de difícil clasificación, aunque el subtítulo nos advierte que no pretende ser un ensayo sistemático y detallista sino un conjunto de “brochazos” lo cual ayuda a hacer amena la lectura e incluso permitir saltar de un tema a otro. El libro contiene reflexiones, citas y anécdotas en torno al trabajo, al papel del dinero y el liderazgo en la empresa y en la política.

El título, sin duda, evocará a muchos aquello de “a quien madruga Dios le ayuda”, que contiene una profunda sabiduría y hasta la teología de la cooperación personal a la gracias recibidas de Dios. Arasa habla del trabajo desde un profundo humanismo superando visiones estrictamente económicas o sociológicas, que ven la trabajo estrictamente como factor de producción, medio para ganarse la vida o tal vez de enriquecerse, o de adquirir reputación y estatus social. Tampoco se fija especialmente en la dimensión psicológica, del trabajo porqué me gusta, aunque tampoco lo desprecia, y habla de la «gente de lunes» más que de la gente del “viernes”, día en que termina la “obligación” de trabajar. Más bien ve el trabajo como una oportunidad de autorrealización y de servicio a la sociedad y, desde la perspectiva cristiana, un modo de santificarse. Valora tanto el trabajo que llega a afirmar: «Pienso que debería haber pagado para trabajar».  Desde esta perspectiva realza la importancia del esfuerzo y la búsqueda de la excelencia, pero sin convertir el trabajo en su fin en sí mismo, ni menos aún caer en la llamada “adicción al trabajo”.

Al dinero le da un valor instrumental y todo depende de cómo se ha conseguido –con honradez o con males– y de cómo se utilice. El dinero se puede emplear para bien, se puede despilfarrar o puede ser incluso motivo de perdición.

El libro habla también de la empresa y del liderazgo. En coherencia con el valor del trabajo como medio de crecimiento profesional y personal, piensa que las empresas deberían, no solo reconocer a las personas y su trabajo, sino también crear un ambiente de trabajo favorable a que cada persona pueda desarrollar sus capacidades.

En las empresas hay directivos que son auténticos líderes, capaces de hacer seguir a otros, al saber escuchar, comprender e infundir esperanza, mientras que otros sólo son “trepas” que van a sus intereses y no promueven cohesión y voluntad de cooperación. El autor se da cuenta que estas condiciones son necesarias, pero no suficientes. El líder necesita también competencia profesional: «no basta sólo con ser una buena persona, sino que hay dominar el oficio«.

Ni todos los directivos son líderes, ni todos los líderes son directivos. Hay también lo que Arasa llama «lideres invisibles«, gente que por su talante y por el modo de hacer las cosas arrastran a otros. Y, no solo en la empresa, también el ámbito político. Entre ellos están líderes que «no salen en los medios», como alcaldes de pueblos pequeños, líderes vecinales o de entidades sociales.

En resumen, un libro que ayudará a muchos a ampliar horizontes y quizá descubrir, como dice el autor que “la vida no es para divertirse, sino para ser feliz”. Esa felicidad que no se limita al placer sino que viene de un profundo gozo interior.