Puerta López-Cózar, Gafas para entender el arte moderno. De Manet a Bansky, Encuentro, Madrid 2023, 528 pp.
¿Por qué no se entiende el arte contemporáneo? Antes no hacía falta entender nada para contemplar una obra de arte y tener una experiencia estética, pero hoy no es así. Todos somos testigos de haber recorrido galerías y museos de arte moderno y observar -cuando está más o menos permitido- que el interés es hacerse un selfi o una fotografía donde lo de atrás va cambiando sin mucho orden o concierto. Da igual.
Gafas para entender el arte moderno se abre con un estilo ameno y narrativo, tanto al detractor como al amante de ese arte moderno, también conocido como “arte después del arte”, para explicarnos el contexto, las premisas culturales y de moda en el tiempo del artista, advertir su impulso creador y desentrañar el sentido de sus obras.
El autor, arquitecto con años de experiencia, es también profesor universitario de proyectos de arquitectura que además aborda en sus clases los aspectos humanísticos y colabora de manera habitual en publicaciones de humanidades.
Realiza un recorrido por el arte actual a través del comentario de más de un centenar de obras de arte que son reproducidas primorosamente, con una gran calidad fotográfica que nos permite comenzar a contemplarlas de otra manera.
Dice en el prólogo: “Del mismo modo que hoy se habla de la necesidad de una alfabetización digital para saber estar en las redes sociales, resulta imprescindible ampliar nuestro conocimiento sobre el arte moderno. No solo conocer el itinerario artístico sino la influencia cultural, social, económica o ideológica que rodea a cada obra concreta. Durante un largo tiempo, por ejemplo, ha sido decisiva la repercusión en el arte de la filosofía. Hoy en día, en cambio, son las nuevas tecnologías o la ecología las que están muy presentes”.
Y añade: “Paradójicamente el interés por el arte va aumentando. ¿Por qué? Quizá porque la creación artística siempre ha estado persiguiendo el misterio del hombre y de la vida en su ineludible conexión con la búsqueda de la felicidad. También porque la importancia e influencia de las manifestaciones artísticas en la sociedad exige conocer cuánto hay en ellas de verdad y cuánto de mentira”.
Comienza con Manet y su cuadro La merienda campestre que rompe con los ideales académicos donde los desnudos eran solo de las musas y de las divinidades antiguas y aquí está en una escena cotidiana que escandalizó a sus coetáneos. El arte se libera de la virtuosidad académica y esto sirvió para que algunos vieran ahí el comienzo del arte moderno.
Después describe las diferentes etapas de estas manifestaciones artísticas siguiendo la cronología de las obras de arte: el subjetivismo, la autonomía de una libertad sin límites, la pérdida del sentido, la huida de la realidad, el triunfo de lo feo y lo abyecto, la autonomía del arte, el “todo vale”, y al final la pura experimentación.
Dostoievsky decía: “la belleza nos salvará”. El poder transformador del arte es innegable. Los amantes del arte y todo el público en general encontrarán en este libro un viaje fascinante por el tiempo que ayudará a reflexionar sobre las luces y las sombras de nuestra cultura a través de la creación artística. Como apostilla el autor: “Hay obras que consuelan, pero también las hay que nos interpelan y nos hacen cambiar. Se explica la atracción que suscita la idea tan extendida de que todos podemos ser artistas y hacer de nuestra vida una obra de arte”.