GEORGE WEIGEL, Santificar el mundo. El legado vital del Concilio Vaticano II, Cristiandad, Madrid 2023, 306 pp.
George Weigel es un escritor y politólogo estadounidense, bien conocido por Testigo de esperanza, libro biográfico sobre Juan Pablo II, que alcanzó una tirada notable y que sirvió para conocer y llenarse de admiración ante un papado más que notable. Es un autor reconocido por su trabajo profundo y esmerado en analizar y contrastar las fuentes que consulta. Ha recibido diecinueve doctorados honoris causa por parte de diversas prestigiosas universidades.
Sin duda el Concilio Vaticano II (1962-1965) fue el acontecimiento católico más importante de los últimos cinco siglos. Sin embargo, afirma, más de sesenta años después de su inauguración, su significado sigue siendo muy discutido. Ningún acontecimiento desde el Concilio de Trento en el siglo XVI había tenido un impacto tan dramático, y ninguno ha sido tan polémico.
Por este motivo, el autor propone mirar hacia atrás antes de mirar al presente y al futuro. Es decir, debemos examinar detenidamente la intención original de Juan XXIII para el Concilio y por qué él y otros pensaron que tal ejercicio era necesario. Después, tendremos que mirar la enseñanza real del Concilio. No lo que se decía entonces: “el concilio de los periodistas”. O más adelante: “la mente del concilio”. Pues casi hay tantas mentes del Concilio como comentadores del mismo.
La enseñanza del Concilio se encuentra en los dieciséis textos del Vaticano II, que deben leerse con la estructura con la que fueron redactados y aprobados. Con la mutua dependencia unos de otros. Considerando de modo especial las cuatro Constituciones emanadas en el aula conciliar como centrales en su magisterio.
El libro, por tanto, sigue el orden propuesto: Una primera parte titulada: “Por qué era necesario el Vaticano II”, donde se pregunta si había alguna crisis precedente al Concilio, semejante por ejemplo a la crisis protestante anterior al Concilio de Trento, o la crisis arriana anterior al de Nicea. Si había necesidad de una renovación de la mente católica, por su adecuación a la modernidad existente, y preguntas similares.
A continuación, viene un análisis exhaustivo de los documentos conciliares, en la segunda parte titulada: “Lo que enseñó el Vaticano II”. Concede especial preponderancia a la Constitución Dogmática Dei Verbum. Explica cómo en esta Constitución tuvo un papel importante el joven teólogo bávaro Joseph Ratzinger, perito conciliar, consultor teológico del Cardenal Frings, arzobispo de Colonia. Insiste Weigel en la profundidad y armonía de los textos del Concilio. Son un tesoro de los que salen piedras preciosas que todavía falta mucho por explotar. Esto también ha ocurrido en otras épocas de la historia. Después de un postconcilio con dificultades y malos entendidos, llega un momento de desarrollo y fruto más visible y abundante. Ocurrió, por ejemplo, después de Trento, donde la creación de seminarios y la formación del clero tardó en implantarse. Influyeron desde luego los santos de aquel tiempo que pusieron en marcha las luces que el Espíritu Santo concedió a los padres conciliares.
La última parte del libro se titula “Las claves del Vaticano II”. Es quizás la parte más criticable del libro. Dedica sendos capítulos a los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI, participantes en las reuniones conciliares y muy empeñados en desarrollar el Concilio en sus papados como se demuestra en los textos papales magisteriales de esos años. Quizás haría falta completar con la riqueza también de textos magisteriales del Papa Francisco relativos al Vaticano II, que también son abundantes. Es desde luego una opción del autor que ha preferido un estudio más bien histórico de la influencia de esos papas en la elaboración y puesta en práctica de la doctrina conciliar que tanto marcó sus pontificados.
Un libro muy adecuado para seguir sacando provecho de los textos conciliares del Vaticano II como un tesoro que la Iglesia tiene a su disposición. En este año jubilar, la riqueza doctrinal y la acción del Espíritu Santo, inspirador de esa doctrina, tendrá sin duda un gran efecto en los lectores de este bello libro.