Panorama

Conmemoración en Barcelona del 750º aniversario de la muerte de Tomás de Aquino

Con motivo del 750º aniversario de la muerte de San Tomás de Aquino, acontecida el 7 de marzo de 1274 en Fossanova (Italia), están habiendo conmemoraciones en muchos lugares del mundo. También en Barcelona.  El pasado lunes 10 de junio tuvo lugar un acto académico organizado por la Societat Catalana de Filosofia (Sección de Filosofía Medieval y Renacentista), filial del Institut d’Estudis Catalans, a la emblemática Sala Pi y Sunyer, de la sede de este Instituto de Estudios Catalanes en la barcelonesa calle del Carme.

El acto fue presentado por el Dr. Conrad Vilanou, catedrático de la Universidad de Barcelona y presidente de la Sociedat Catalana de Filosofia. Buen conocedor de la tradición filosófica catalana, Vilanou había afirmado que “la filosofía catalana es realista, abierta a la trascendencia, espiritualista y religiosa”. En esta ocasión recordó la llamada «Escuela tomista de Barcelona» fundada por el P.  Ramón Orlandis (1873-1958), y con miembros tan reconocidos cómo Jaume Bofill i Bofill (1910-1965) y Francisco Canals Vidal (1922-2009).

El acto contó con dos buenos conocedores de Santo Tomás, quienes presentaron sendas elaboradas ponencias: El Dr. Antoni Prevosti, catedrático emérito de la Universidad de Barcelona y el Dr. Josep-Ignasi Saranyana, Profesor Ordinario emérito de la Universidad de Navarra.

El Dr. Prevosti disertó sobre «La sabiduría según San Tomás de Aquino«, centrándose en el comienzo de la Suma contra gentiles (ScG), concretamente en los dos primeros capítulos del libro I.  Allí, San Tomás explica qué entiende por sabiduría. Siguiendo a Aristóteles, El Aquinate empieza recordando ordenar y gobernar según este orden es lo propio del sabio, añadiendo que la norma de orden y gobierno de cuanto se ordena a un fin se debe tomar del mismo fin y el fin de cada uno de los seres es el intentado por su primer hacedor o motor. Continúa argumentando que el primer hacedor o motor del universo es el entendimiento y por tanto, el último fin del universo es el bien del entendimiento, que es la verdad. “Es razonable, en consecuencia, que la verdad sea, el último fin del universo y que la sabiduría tenga como deber principal su estudio.» Santo Tomás, ve una correspondencia de la verdad como fin último del universo con la afirmación de Cristo de que ha venido para dar testimonio de la verdad.

En el capítulo segundo de la Suma contra gentiles, Aquino expone su propósito de dedicarse a la sabiduría, afirmando que «El estudio de la sabiduría es el más perfecto, sublime, provechoso y alegre de todos los estudios humanos.» El Dr. Prevosti se refirió también a los capítulos siguientes de la Suma contra gentiles dónde Aquino distingue tres tipos de sabiduría:

  • La sabiduría accesible a la razón, que se alcanza solo por unos pocos, con esfuerzo y dedicándole mucho tiempo. La vida cotidiana y la pereza la dificultan
  • La sabiduría que da la fe, asequible por el conocimiento de la fe cristiana. Esto plantea la relación entre fe y razón, que desarrollo Tomás.
  • La sabiduría, don del Espíritu Santo, que es recibida.

Por su parte, el Dr. Saranyana reflexionó sobre «El desencanto de Santo Tomás al final de su vida«, basándose en un hecho histórico acaecido el 6 de diciembre de 1273, pocos meses antes de su muerte. Tomás había llegado a la cuestión 90 de la tercera parte de la Suma Teológica y, desde este día no escribió nada más. El motivo hay que buscarlo en un hecho extraordinario ocurrido en este día durante la Misa. Parece que Tomás experimentó un éxtasis que le llevó a la determinación de abandonar la pluma y dejar de dictar. Su secretario, el Padre Reinaldo, le animaba a continuar sus escritos, pero Tomás se negó. La respuesta que nos ha trasmitido el P. Reinaldo es esta: «No puedo hacer más. Se me han revelado tales secretos que todo lo que he escrito hasta ahora parece que no vale para nada». A partir de aquí y considerando otros éxtasis, particularmente el de San Pablo, así como varios filósofos que hablan de los límites del conocimiento racional, El Dr Saranyana especuló sobre los límites del conocimiento racional y el conocimiento cuya causa eficiente es sobrenatural, conocimiento que debió experimentar santo Tomás y, a pesar de su gigantesca obra filosófica y teológica le pareció nada ante el conocimiento directo de Dios.