El 4 de noviembre de 2025, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó la Nota doctrinal Mater Populi fidelis, sobre algunos títulos marianos referidos a la cooperación de María en la obra de la salvación y el uso de algunos títulos marianos que han suscitado debate en las últimas décadas. Aprobada por el Papa León XIV el 7 de octubre de 2025, la Nota responde a numerosas consultas y refleja un maduro proceso de reflexión teológica y pastoral, ofreciendo una guía clara y equilibrada para orientar la piedad mariana, evitar desviaciones y reafirmar el lugar único de María en el misterio de Cristo y de la Iglesia. (En la foto, El Card. Fernández, prefecto del citado Dicasterio, en la presentación del documento).
No se trata de un documento dogmático nuevo, sino de una aclaración doctrinal y pastoral que busca, desde la Tradición viva, iluminar el sentido auténtico de la devoción a la Virgen, especialmente ante expresiones que, aunque bienintencionadas, pueden oscurecer la centralidad de Cristo.
La Nota nace en un momento de notable vitalidad —y también de cierta confusión— en la piedad mariana. Por un lado, existe una devoción popular arraigada y genuina, sobre todo entre los más sencillos, que ven en María un rostro materno de la misericordia de Dios. Por otro, han proliferado en décadas recientes grupos, publicaciones y propuestas —a menudo amplificadas en redes sociales— que promueven títulos como Corredentora o Mediadora de todas las gracias, llegando incluso a solicitar nuevas definiciones dogmáticas.
El documento reconoce que estos debates no son nuevos: han sido tratados repetidamente en los últimos treinta años en el seno del Dicasterio. Ahora, con un material de estudio abundante y ante la persistencia de dudas entre los fieles, se ofrece una respuesta oficial que pretende ser a la vez fiel a la identidad católica y sensible al diálogo ecuménico.
Algunos de los subrayados del documento
- Cristo, único Redentor y Mediador. Toda la reflexión mariana se sitúa bajo esta premisa. Cualquier título o devoción que pueda hacer pensar en una mediación paralela o complementaria a la de Cristo resulta inadecuado. María coopera, pero su cooperación es participada, subordinada y derivadade la obra única de su Hijo.
- La maternidad espiritual como núcleo de su cooperación a la salvación. El documento elige como hilo conductor la maternidad de María respecto a los creyentes, tal como la recibe al pie de la cruz (Jn 19, 26-27). Este título, bíblico y litúrgico, sintetiza su misión: interceder, acompañar y educar en la fe, sin sustituir jamás al único Salvador.
- Valoración positiva de la piedad popular mariana. Lejos de corregir o minimizar las expresiones sencillas de amor a María, la Nota las contempla como “un tesoro de la Iglesia”, donde los pobres “encuentran la ternura y el amor de Dios en el rostro de María”. Se busca alentar, no reprimir, esa devoción que nace del Espíritu.
- Prudencia ante títulos controvertidos.
- Corredentora: Se considera “siempre inoportuno” (1). Aunque usado por algunos papas y santos, el riesgo de malentendido es alto y puede oscurecer la unicidad de Cristo. El documento recuerda las reservas expresadas por el entonces cardenal Ratzinger.
- Mediadora: Se admite con “especial prudencia”, solo en sentido analógico y subordinado a la mediación de Cristo, prefiriendo otras expresiones como “intercesión maternal” o “cooperación”.
- Fundamentación bíblica y litúrgica. La Nota dedica amplio espacio a mostrar que la figura de María ya está esbozada en la Escritura (Gn 3,15; Jn 2 y 19; Ap 12) y celebrada en la liturgia oriental y occidental. No es una devoción posterior, sino de raíz evangélica.
- Criterios para el discernimiento de expresiones y títulos marianos. Propone tres pruebas claras:
- Que la devoción a María favorezca la unión inmediata con Cristo.
- Que no se presente como necesaria para la salvación, sino como fruto del libre beneplácito divino.
- Que no añada ni quite nada a la dignidad de Cristo como único Mediador.
Matizaciones y profundización
Si bien Mater Populi fidelis es un documento claro y pastoralmente valioso, en su recepción en el mundo teológico se han hecho algunas reflexiones complementarias. Así, por ejemplo, cabría dar un mayor reconocimiento del uso histórico de ciertos títulos: el documento señala que algunos papas usaron “Corredentora”, pero podría subrayarse con más fuerza que ese término —junto con “Mediadora”— ha formado parte durante siglos del lenguaje teológico y devocional, siempre dentro de la ortodoxia. No se trata de errores del pasado, sino de expresiones que, bien explicadas, buscaban resaltar la singular asociación de María a la redención.
También se ha hablado de la “mediación inclusiva” de Cristo. La Nota afirma que Cristo suscita colaboradores, pero podría desarrollarse más esta idea para mostrar que la unicidad de Cristo no es “exclusiva” sino “inclusiva”: Él quiere y capacita a otros —eminentemente a María— para cooperar en su obra, sin que eso divida o duplique su mediación.
Y, por último, se ha recordado también que María, es “la primera redimida” y “la primera transformada”. Este punto podría haber tenido más relieve: la capacidad de María para cooperar nace de que ella es la primera y más plenamente redimida por Cristo, santificada desde su concepción por los méritos anticipados de la cruz. Así, su cooperación es, ante todo, un testimonio de la eficacia de la gracia.
Mater Populi fidelis es, en conjunto, un documento equilibrado, bíblicamente fundado y con una orientación pastoral clara que ofrece una guía eclesialmente fecunda para la devoción mariana en nuestro tiempo. La Nota nos invita a redescubrir al María como Madre del Pueblo fiel, aquella que, desde su humildad y docilidad al Espíritu, nos enseña a acoger y vivir la gracia de su Hijo, único Salvador del mundo.
Los fieles nos congratulamos de recibir este precioso documento. Pues como dice el Pueblo fiel: de Maria nunquam satis. Nunca hay bastante (suficiente), de lo que se pueda decir de nuestra Madre, Santa María. Y nos brinda una nueva ocasión de glorificar con Ella a nuestro Dios y Salvador.
___________
(1) En una entrevista posterior a la presentación del Documento el propio cardenal Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, precisó que este “siempre inoportuno” no quería prejuzgar a los Padres y Papas que habían usado ese título y que debía de entenderse como “siempre a partir de ahora”.