Berta González y Yayza Santos (eds), Indomables: Diez Mujeres contra el Feminismo Hegemónico. Ladera norte, 2024, pág.
Nos encontramos ante un libro en cierto modo “alternativo”, diferente. En forma de breves ensayos, uno por una de las diez autoras, la obra pretende ofrecer puntos de vista diferentes a la voz oficial sobre aquellos temas candentes en torno a la cuestión femenina: maternidad y trayectoria profesional; presencia femenina en la vida pública y empresarial; políticas de acción positiva versus cuotas en los consejos de administración; familia, cuidado y distribución de roles; el reto de la corresponsabilidad; el papel del varón y la necesidad de restablecer su importancia como padre y esposo en un contexto filial desestructurado, etc.
La obra de carácter claramente divulgativo, está coordinado por las periodistas Berta González de Vega y Yaiza Santos. Su intención es rebatir, apoyadas en datos y hechos que conocen bien por su actividad profesional – profesoras universitarias, cronistas políticas, activistas y diputadas- el discurso oficial, en cierto modo único, que avanza de un modo creciente en las universidades, en los medios de comunicación, en la empresa y la política.
El germen de Indomables es un manifiesto: Contra la generalización del género (2018) en el que se reivindicaba pluralidad en el abordaje de todas estas cuestiones, apertura a otras interpretaciones y dejar de hablar “por todas las mujeres” así como la petición de dejar de esgrimir el victimismo como arma. “No hemos luchado tanto como para ahora tener que cobijarnos en un aparato estatal que nos diga cómo tienen que ser nuestras vidas”.
Entre las autoras está Miriam Tey, exdirectora del Instituto de la Mujer, quien constató el repudio y la censura mientras ocupó este cargo, tras la publicación de Todas putas, obra de ficción, por la que se le acusó de hacer apología de la violación. Fue el primer gran caso de cancelación en España.
Por su parte la periodista Rebeca Argudo, en su capítulo titulado Follow the money, analiza los presupuestos de los cursos ofertados en las universidades y financiados por el Ministerio de Igualdad, en especial los referidos a violencia de género. El sesgado marco teórico en el que se sustentan señala un divorcio entre investigación y política. Además, el presupuesto destinado a esta cuestión a pesar de que no para de crecer- en 2017 era de 51 millones de euros la dotación, en 2018 se incrementaba hasta los 130 millones de euros, para 2021 ya estaría en 459, y en 2023 serían 573- no es acorde con el empeoramiento de las estadísticas sobre violencia, especialmente en las menores de 20 años y en la posición de España en los rankings en todo lo referido a esta cuestión.
El libro sigue con Guadalupe Sánchez, modelo, en su capítulo El populismo feminista entra a fondo en la difícil presunción de inocencia masculina en la ley de violencia de género y en lo que ella denomina la “criminalización colectiva de los hombres”. Berta González de Vega analiza el fracaso escolar masculino en su capítulo Los chicos no están bien y no importa. Pide abrir esta caja de pandora libres de prejuicios y rompiendo moldes sobre la denominada “no segregación escolar”. Sigue con Marta Martín Llaguno, con El marketing, la economía, la maternidad… Se refiere a algunas de las contradicciones del pinkwashing. Esta estrategia comercial ofrece logros feministas a cambio de votos. Uno de los ejemplos más claros es la llamada ley del ‘solo sí es sí’, que prometía más empoderamiento y protección para las mujeres y ha acabado con una rebaja de penas para los condenados por abusos y agresiones sexuales en los tribunales. Otros ejemplos de esta táctica es hablar en primera persona del plural en femenino o cambiar el nombre del partido a femenino. Como contraste, en las intervenciones en el Congreso de los Diputados las mujeres siguen siendo minoría. Puede aplicarse esta vez con más razón, que ellos siguen llevando “la voz cantante”.
Paula Fraga, articulista y jurista especializada en Derecho Penal y de Familia, es una de las activistas feministas que se enfrentó en su momento a ley trans, denunciando las tropelías queer y como consecuencia el borrado de las mujeres. María Blanco, articulista y doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, se atreve a empezar por donde empezaron las primeras feministas: “La liberación de la esclavitud pasa por la emancipación económica. La liberación de la mujer también”. En su capítulo La riqueza es la llave de la cárcel, se adentra en la relación de las mujeres con el dinero a lo largo de la historia. “El dinero nos hace libres, tiene que ver no sólo con la dignidad sino con la capacidad de elegir y de mejorar tu vida y las de los tuyos”.
Por su parte, la antropóloga y política Teresa Giménez Bartat en Dopo della rivoluzione se detiene en lo que ella considera un reduccionismo: valorar a la mujer sólo desde el éxito profesional: vales lo que generas”. Existe un feminismo pijo – afirma- centrado en los casos de una minoría: mujeres directivas, mujeres en consejos de administración, mujeres en el Ibex…? Su reivindicación es ampliar la mirada atendiendo a las mujeres que por ejemplo luchan a diario por conciliar.
La profesora María Calvo Charro habla a fondo de maternidad y destaca a ultranza el papel del padre. En España coincide la aparición de la brecha salarial con la primera – por cierto, tardía y muchas veces única- la maternidad. Reivindica una maternidad natural vivida con más libertad, sin condicionamientos sociales, sin presiones ambientales, sin consecuencias negativas laborales, sin incomprensiones dogmáticas.
Berta González de Vega periodista y columnista durante 20 años en el periódico El Mundo, centrada en los últimos años en entrevistas y en asuntos relacionados con la educación en su capítulo Los chicos no están bien y no importa analiza el fracaso escolar masculino y pide abrir esta caja de pandora libres de prejuicios y rompiendo moldes sobre la denominada “no segregación escolar”.
Finalmente, Yaiza Santos periodista y editora en Letras Libres, ABC, Jot Down Magazineen, en su capítulo No tengan miedo. ¿Cómo hemos llegado a convertir en héroe a cualquiera que se declare víctima? Expone el desarrollo y consecuencias del #MeToo.