JORDI PIGEM, Conciencia o colapso, Fragmenta, Barcelona, 2024
Pigem sabe un poco a rico cóctel. A veces te recuerda a Han, otras a Arnau, y otras a un negacionista original y simpático. Pero detrás del primer sorbo, hay un retrogusto sabio. Indudablemente sabe de lo que habla y lo expresa muy bien. Nuestras carencias son, en primer lugar, cognitivas. Creemos saber lo que ignoramos por falta de autocrítica, por haber asumido sin cuestionarlas muchas de las mantras de la modernidad, que vienen envueltas como ciencia cuando no lo son.
La orientación que buscamos pisando el acelerador, solo podemos encontrarla dentro de nosotros mismos, con lo que es necesario un poco de lentitud para confirmar nuestro aquí y ahora. El lado (izquierdo) algorítmico de nuestro cerebro parece haberle comido terreno al (derecho) holístico, y de resultas sabemos las partes, pero desconocemos el todo, incluso de nosotros mismos. Sabemos mucho del cerebro, pero casi nada de la mente y menos que nada del espíritu.
Provocador, iluminador, bien escrito, pelín sorprendente al final. Hay que leerlo. Gustará a intelectuales inquietos e incorrectos, a pacifistas y defensores de la naturaleza, y a admiradores de su labor en la revista Integral, entre otros. No gustará a correctos conservadores ni a pragmáticos neoliberales. Tampoco a mentes hiperpolitizadas.