Panorama

Portadores de esperanza: Jornadas Pastorales de Castelldaura

Premià de Dalt ha acogido los días 27 y 28 de enero la 60ª edición de las Jornadas de Cuestiones Pastorales de Castelldaura, con la participación de más de un centenar de presbíteros. El edición de este año se ha centrado en la reflexión sobre el valor y la necesidad de la esperanza en la sociedad actual y como transmitirla. Se han destacado como elementos esenciales para su difusión el testimonio, el cultivo de la identidad y la creación de vínculos personales fundamentados en los valores cristianos.
Mn. Xavier Argelich, director de las Jornadas de este año, remarcó que estos encuentros “tienen vocación de ser media de formación e intercambio de experiencias pastorales; en esta edición se trata un tema muy presente en la tarea pastoral especialmente; en este año jubilar y en palabras de santo Pablo lo esperanza no puede defraudar. Ahora tocar saber abrir caminos de esperanza”

Revitalizar la vida de la parroquia con esperanza
En tiempo de cambios culturales y secularización, como revitalizar la vida de la parroquia? Sobre esta cuestión ha hablado Fr. Stephen Langridge, presbítero de la archidiócesis de Southwark (Inglaterra) en su ponencia: «La conversión pastoral desde la esperanza». “Hay una dificultad vital para vivir aquello que somos a nuestras parroquias —ha dicho Fr. Stephen—. Algunos sacerdotes han vivido años de declive y esto puede menguar la esperanza. El que alienta los sacerdotes ordenados de poco es la oportunidad de transformar vidas y construir una Iglesia de “piedras vivas”. También se trata de inspirar y capacitar los feligreses para que asuman la misión de la Iglesia, no solo para los que ya son dentro de la Iglesia, sino también para los quienes actualmente están alejados de la vida eclesial. Una parroquia próspera fomenta una cultura donde cada persona contribuye en servicio y ministerio.”

Fomentar la esperanza y promueven la salud mental en el acompañamiento espiritual
El psiquiatra Dr. Carlos Chiclana también habló de identidad personal en su ponencia «Hay motivos para la esperanza» con la cual ha animado los sacerdotes a hacer valer las pequeñas acciones de su labor en el acompañamiento de las personas que “fomentan la esperanza y promueven la salud mental”.
“Yo los animo —los ha dicho Chiclana— a valorar que son muy importantes para una persona, no es indiferente el encuentro de una persona con un sacerdote, dado que estos encuentros personales son motivos de revitalización”. Finalmente, ha dado a los sacerdotes presentes en las jornadas unos consejos para tener cura de su salud y no perder la esperanza: “Reforzar la cura personal, dormir suficientes horas, comer bien, hacer ejercicio…” son aspectos biológicos, psicológicos ambientales y de actitud (quién eres) a tener en cuenta para cuidarse.

Comunicar la esperanza
El profesor de la Universidad de la Santa Cruz (Roma), Dr. Jordi Pujol, va abordado la temática de «Comunicar la esperanza» en un contexto de crisis de confianza en las instituciones. Dijo que «en cuanto a comunicación, el que tiene más bastante es testimoniar: nuestra magnanimidad, nuestra generosidad, nuestra sonrisa… Ojalá que los portadores de esperanza se encontraran con los buscadores de esperanza; por eso, hay que ser instrumentos de sanación, personal e institucional, hay mucha gente herida, y tenemos que mejorar mucho en la escucha, porque se puede hacer mucho de bien si aprendemos a escuchar».
Remarcó también la importancia de ser fieles a la identidad cristiana. Según él, la Iglesia ha «de comunicar con transparencia porque la credibilidad moral pasa para ser una institución verdadera, auténtica, genuina. La comunicación puede ayudar a hacer una autocomprensión de quién somos y que basura, no solo en momentos de crisis». Ha insistido en la necesidad de actuar con coherencia, puesto que «cuando hay fractura es cuando se pierde la confianza».
En cuanto a la dimensión más visible y humana de la Iglesia, Pujol va subrayado que «compartimos perfectibilidad con otras organizaciones sociales. Por eso, aceptar la vulnerabilidad es condición necesaria para mejorar. No hay mejora posible sin aceptar la vulnerabilidad institucional como punto de partida».

Recuperar la alegría de vivir: esperanza en la vida ordinaria
En una mesa redonda, moderada por el Dr. Joan Costa, varios expertos van expuesto como vivir y transmitir la esperanza en la vida cotidiana. la Dra. Pilar Lacorte, del Instituto de la Familia de la UIC Barcelona, defendió el acompañamiento familiar como una vía de esperanza. Afirmó: «La familia no es la esperanza del mundo, pero sí que es el lugar y el motor; el ámbito familiar es donde se nos estima a través de nuestra vulnerabilidad, se crean vínculos y un compromiso a la vez que exige tiempo, paciencia y humildad porque aquello que nos transforma es el que vivimos.»
Mn. Carles Bosch, delegado de juventud del arzobispado de Barcelona, afirmó que «quien vive de la esperanza es el que cree que todo tiene un sentido. Ante cada necesidad, Dios mujer la respuesta necesaria; hay esperanza por los jóvenes y los jóvenes son esperanza para el mundo y lo vemos cuando se nos dan modelos como los de Carlo Acutis y Giorgio Frassati. La llamada generación de vidrio es frágil, pero también es transparente, si te acercas suficientes voces el que hay, jóvenes de la era posmoderna» que buscan modelos de vida y vínculos que den sentido en su existencia.
La Dra. Cristina Monforte, codirectora de la Cátedra WeCare de la UIC Barcelona y enfermera de curas paliativas, se refirió al reto de «promover la esperanza en los enfermos cuando en paralelo actúan los mecanismos de eutanasia vigentes». Ha destacado que Cataluña es la comunidad autónoma con más casos de eutanasia. Según Monforte, «trabajar en el terreno de habla de sentido, de propósito, de percepción de dignidad, sentido de paz, reconciliación, buena muerte, comprensión y compasión a los enfermos puede contribuir a dar el mejor bienestar a aquellas familias que afrontan el final de la vida». Ha insistido en la necesidad de «crear vínculos personales y redescubrir las razones para querer vivir sin sufrimiento», y ha explicado que «hay terapias en el campo de las curas paliativas que se pueden ofrecer y dan esperanza».
El Cardenal de Barcelona, Mons. Joan Josep Omella quiso hacerse presente a las Jornadas animando los presbíteros a ser portadores de esperanza especialmente en este año jubilar.